Un 12 de junio de 1948 llegaron a Talca, las primeras religiosas de Santa Marta para iniciar la misión de vivir la fe, el servicio y la acogida en el sur del mundo.
Desde este lugar, alejado de la cuna de la Congregación, Italia, empezó una aventura de fe que se ha ido expandiendo por diversos lugares de Chile y Latinoamérica.
Hoy, con misión en la educación, en la salud, en el cuidado de niños y ancianos, y en el apostolado de la evangelización en parroquias, el carisma de Santa Marta, vivo en sus Religiosas, está presente en:
- Chile con comunidades en Pica, Vallenar, Coquimbo, Valparaíso, Santiago, Quinta de Tilcoco, Curicó, Talca, Valdivia, La Unión y Osorno.
- Argentina, cumpliendo este año 50 años desde la llegada de las primeras religiosas. Ahí hay comunidades en Villa Curita, Derqui, Pilar y Villarino.
- Brasil, con dos comunidades: una en Ibiporâ y en Bonito.
- Y, por último, con comunidad en México en la ciudad de Tizimin.
Ya no sólo en Chile, en Latinoamérica, cerca de un centenar de mujeres consagradas, que dejaron todo por el servicio, la fe y la acogida, dan vida al carisma de Santa Marta heredado por el Padre Fundador de la Congregación, el Beato Tomás Reggio.
A continuación, una crónica de la llegada de las primeras religiosas de Santa Marta a Chile.