La Iglesia universal celebra cada 29 de julio el Carisma de Betania, recordando la profunda amistad entre Jesús y los hermanos Marta, María y Lázaro. En esta casa de Betania, Jesús fue acogido, servido y amado con fe sincera y generosa.
Inspiradas por el Evangelio, las Religiosas de Santa Marta hacen vida este carisma, recibido por medio del Espíritu Santo a través del Beato Tomás Reggio, el padre fundador. Esta espiritualidad, basada en la acogida, el servicio y la fe, se expresa particularmente en América Latina en diversas misiones como la educativa, catequética, sanitaria y pastoral de la salud. Con presencia en Chile, Argentina, Brasil y México.
Desde 2021, el Papa Francisco extendió la conmemoración del 29 de julio no sólo a Santa Marta, sino también a María y Lázaro, destacando así el valor de la familia de Betania como signo de comunidad y hospitalidad.
Mensaje de Madre Ana María Cañete, Delegada para América Latina de las Religiosas de Santa Marta
En el marco de la Solemnidad de Santa Marta, María y Lázaro, Madre Ana María Cañete, Delegada para América Latina de la Congregación de las Religiosas de Santa Marta, hizo llegar un afectuoso saludo a todas las hermanas de la congregación, a sus colaboradores y, de manera especial, a los Amigos de Betania.
En su mensaje, la Madre Ana María recordó la figura de Santa Marta, destacando su sencilla hospitalidad y su profundo deseo de acoger al Salvador en su casa. Invitó a todos a recibir a Jesús, no solo en el espacio físico, sino en el corazón, haciendo de nuestra vida un lugar donde el Señor pueda habitar con alegría y plenitud.
También subrayó la importancia de vivir la fe con alegría, como lo ha dicho el Papa Francisco: “no podemos ser cristianos con cara de vinagre”. Por el contrario, debemos reflejar con nuestro rostro el gozo de tener a Cristo en el centro de nuestra existencia, siendo testimonio luminoso para los demás.
La Madre Ana María recordó, además, que Betania no sólo es símbolo de acogida, sino también lugar de consuelo y resurrección, especialmente en momentos de dolor, dificultad o pérdida. Así como Santa Marta vivió la fe que llevó a Jesús a obrar el milagro de la resurrección de su hermano Lázaro, los creyentes están llamados a vivir con esa misma esperanza que no defrauda.
Finalizó su mensaje animando a renovar el amor a Jesús y a vivir con esperanza este tiempo de Jubileo, afirmando:
“Betania es el lugar del consuelo, pero también el lugar de la resurrección, donde cada uno de nosotros puede decir junto con Santa Marta: ‘Sí, Señor, yo creo que tú eres el Hijo de Dios, el que tenía que venir a este mundo’. Feliz fiesta para todos. Un abrazo cariñoso. Que el Señor los bendiga”.