Su Santidad León XIV visita residencia de ancianos de las Religiosas de Santa Marta en Castel Gandolfo

El Papa León XIV pasó una parte de la mañana de este lunes 21 de julio, en la residencia “Santa Marta”, donde saludó a religiosas y ancianas residentes, compartió cantos y oración, y alentó a vivir la fe desde la escucha y la contemplación.

El lunes 21 de julio es un momento que quedará grabado en la historia y en el corazón de las Religiosas de Santa Marta y de las residentes de la Casa de Reposo Santa Marta de Castel Gandolfo.

El Papa León XIV visitó la residencia de ancianas “Santa Marta”, ubicada en Castel Gandolfo en Italia. El encuentro estuvo cargado de gestos sencillos, palabras de aliento y expresiones de cariño del Papa a las ancianas, a quienes les dijo “siguen siendo testimonio de fe y oración”.

El Papa León fue recibido con la acogida propia del carisma de Santa Marta por parte de la comunidad religiosa que hace misión al cuidado de los más ancianos; junto a Madre Lilian Doll, Madre General de las Religiosas de Santa Marta y Madre Carla María Roggero y Madre Antonia Dei, Madres Generales eméritas de la Congregación.

Al iniciar su visita el Santo Padre se detuvo en primer lugar en la capilla, donde oró en silencio acompañado por Madre Lilian Doll. Después, se dirigió al salón principal, donde lo esperaban las residentes  del hogar.  Allí, el Obispo de Roma saludó una por una a quienes viven en el Hogar de Santa Marta, escuchando sus palabras y compartiendo sonrisas y bendiciones. Se sumaron luego algunos cantos y un momento de oración común, introducido por el saludo de una joven enfermera. Fue entonces cuando León XIV improvisó unas palabras, reflexionando sobre el pasaje evangélico leído el domingo 20 de julio y sobre la conocida escena de Marta y María.

“En cada uno de nosotros hay algo de Marta y algo de María”, afirmó el Papa, animando a las ancianas a “aprovechar esta etapa de la vida para vivir más como María: escuchando al Señor, cultivando la oración”. También expresó su profundo agradecimiento por sus plegarias, que calificó como “más importantes de lo que imaginamos”.

“La edad no importa –añadió–. Jesús quiere acercarse a nosotros, se hace nuestro huésped, y nos llama a ser testigos, sin importar si somos jóvenes o no tanto”.

Antes de despedirse, el Santo Padre rezó junto a las religiosas de Santa Marta y las residentes el Padre Nuestro, y les dirigió una última bendición: “Ustedes son signos de esperanza. Han dado mucho en la vida, y lo siguen dando al ofrecer lo que tienen al Señor”.

El Papa León recorrió las instalaciones y saludó al personal del centro. Poco antes de las 11:30, regresó a su residencia en Villa Barberini.

Casa de Reposo Santa Marta en Castel Gandolfo

Castel Gandolfo está a uno de 25 kilómetros al sur de Roma en los Montes Albanos, a orillas de Lago Albano. Esta localidad es conocida como una ciudad pintoresca y por tener el Palacio Apostólico que sirve como residencia de descanso de los Papas y que hoy también es un museo atractivo para quien quiera conocer más sobre la historia vaticana.

En esta localidad se encuentra la residencia de ancianas animada por las religiosas de Santa Marta, congregación fundada por el Beato Tomás Reggio el 15 de octubre de 1878.

Están en Castel Gandolfo desde 1946. “El propósito de nuestro apostolado”, afirma su sitio web, “es brindar a las mujeres mayores una hospitalidad tranquila en un ambiente digno”. “Un lugar donde también puedan encontrar descanso para el alma, un espacio de silencio y oración, de acogida y sencillez, como en Betania”.