El pasado viernes 23 de mayo, el Colegio Santa Marta de Valdivia fue sede del Encuentro Zonal de la Pastoral NICEC, que reunió a niños, niñas y educadoras de las comunidades educativas de Valdivia y Osorno. Esta instancia, permitió fortalecer los lazos de comunión entre las comunidades del sur del país a través de la oración, el juego, el arte y el encuentro fraterno.
Alrededor de 37 estudiantes, junto a sus asesoras pastorales, participaron con entusiasmo desde los primeros momentos de acogida, donde compartieron un desayuno fraterno y se dirigieron luego a la capilla para vivir un momento de oración y presentación mutua. Los niños y niñas expresaron con sinceridad sus sentimientos y expectativas frente al encuentro, mostrando alegría y entusiasmo por compartir con otros pequeños que también viven la experiencia de NICEC.
Durante la jornada se desarrollaron dinámicas guiadas por los estudiantes mayores de Valdivia, quienes acompañaron con alegría y responsabilidad a sus pares más pequeños. Uno de los momentos más destacados fue la presentación del tema de la esperanza, animada por el equipo de Osorno, que incluyó un teatro de papel. Este recurso creativo permitió a los niños conectarse con el mensaje evangélico a través de una narración visual y expresiva, generando gran atención y emoción en los asistentes.
Posteriormente, los participantes realizaron una actividad colectiva en torno a un “Sol de la Esperanza”, en el cual plasmaron frases, poemas, canciones y palabras que inspiran confianza y alegría en medio de la vida cotidiana.
Tras el almuerzo y un merecido descanso, la comunidad de Valdivia presentó el tema “Peregrinos de Esperanza”, invitando a los niños a reflexionar sobre el llamado a caminar con fe y esperanza como seguidores de Jesús. La jornada culminó con una simbólica peregrinación hasta una iglesia cercana, donde vivieron un último momento de oración y reflexión guiado por las educadoras de Valdivia.
Este Encuentro Zonal de NICEC no solo fortaleció la dimensión espiritual y formativa de los niños, sino que también renovó el compromiso de las comunidades educativas con el carisma de la Congregación de las Religiosas de Santa Marta, haciendo presente el rostro alegre del Evangelio a través del servicio, la oración y el encuentro con Jesús y con los amigos.