El Colegio Santa Marta de Osorno participó en un proyecto promovido por el equipo de comunicaciones de la Diócesis de Osorno, que buscaba dar a conocer la figura de Monseñor Francisco Valdés, primer Obispo de la diócesis. Como parte de esta iniciativa, se distribuyeron réplicas de las cruces pintadas por el Obispo Valdés a los colegios católicos de la ciudad.
Durante las clases de Religión, los y las estudiantes profundizaron en la vida y obra de este importante personaje histórico y tuvieron la oportunidad de apreciar su trabajo en el salón de actos del colegio. Además, los y las estudiantes participaron voluntariamente en el concurso de dibujo “Yo te muestro a Monseñor Valdés”, donde se premió a los trabajos más significativos.
Así, los reconocidos en este concurso fueron siete estudiantes. La diócesis entregó premios y reconocimientos en una ceremonia especial durante la Eucaristía. En la categoría de Enseñanza Media, la alumna Macarena Leal de 2° medio A obtuvo el primer lugar. En la categoría de Enseñanza Básica, el alumno Agustín Ríos de 2° básico B fue también premiado.
Este concurso finalizó con una Eucaristía que se vivió el pasado lunes 2 de septiembre en la Iglesia Catedral Osornina, presidida por el Obispo Monseñor Carlos Godoy.
El Colegio Santa Marta participó junto a otros colegios de la diócesis.
Palabra del Obispo Godoy sobre Don Francisco Valdés
En la oportunidad, el Pastor de la Iglesia osornina en su mensaje a la asamblea destacó tres rasgos de Monseñor Francisco Valdés:
Primero, el obispo Valdés fue amigo de Dios, él “se determinó a ser amigo de Dios”, dijo y explicó que realizó su Primera Comunión y si Confirmación a corta edad y “a partir más o menos de los siete años en adelante, él empieza a generar una relación muy estrecha con el Señor por propia decisión. Le dirá a sus papás, que él quiere mucho al Señor, que quiere hacerse amigo de el Señor, y efectivamente él, a lo largo de su vida, especialmente en su juventud, logra una estrecha relación con este Señor que va conquistando su corazón, hasta que él en algún momento se decide por seguirlo”.
Segundo, “Monseñor Valdés era tremendamente sensible con las cosas de Dios. Fíjense que las cruces que él pintó y que peregrinaron por nuestros colegios brotaron de su capacidad artística indudablemente, de su talento, pero, sobre todo, nacieron fruto de su sensibilidad con las cosas de Dios. Uno se hace más sensible con las cosas de Dios en la medida que tenga una relación más estrecha con Él”, aseguró el obispo Carlos.
Precisamente, porque el Primer Obispo de Osorno, “fue amigo de Dios, es que era sensible a las cosas de Dios, y él podía darse cuenta con mucha más naturalidad de lo que el Señor iba sembrando en su corazón e iba buscando también en las distintas situaciones que les tocaba vivir”. Aseveró además que el llamado “Padre Pancho” fue un hombre que supo descubrir a Dios en los pobres, en la naturaleza, en las cosas sencillas y simples.
Tercero, agregó que la actitud pacífica que tenía en el corazón, lo hacía ser “un hombre de paz, y a esta paz nosotros le podríamos añadir la alegría, que son frutos del Espíritu Santo, dos frutos que surgen especialmente en aquellos corazones donde Dios habita, y Dios habita en Él precisamente porque era amigo de Dios, porque era sensible por la presencia de Dios en las cosas, en las personas, en la naturaleza. Él siempre fue consecuente con aquello que fue descubriendo”.
“Mis queridos amigos, yo creo que tenemos un gran ejemplo todos nosotros, de santidad, y en la medida en que podamos también hacernos amigos de Monseñor Valdés, no les quepa duda que también vamos a crecer en estos tres rasgos que hemos comentado. Seguramente vamos a crecer en mayor amistad con el Señor, en mayor sensibilidad con las cosas de Dios, y finalmente va a terminar despuntando en nuestro corazón, más paz y más alegría”, añadió.
Finalizó su mensaje diciendo: “Gracias Señor por este gran santo que nos has regalado y ayúdanos a vivir como él vivió, acuñando en nuestro corazón tus mismos sentimientos”.