La Transfiguración de Jesús es un momento crucial en la vida cristiana y tiene varios significados y contextos, según la tradición teológica y las Escrituras.
Este pasaje de la vida de Jesús, las Sagradas Escrituras lo relatan en el Evangelio de Marcos, en el capítulo 9 entre los versículos 2 y 13.
La Transfiguración de Jesús pone delante de los ojos de los discípulos la gloria de Dios en Jesús, siendo un solo Dios. En este momento de la vida de Jesús se visualiza la Resurrección y anuncia la divinización de Jesús.
Y que Jesús separe a Pedro, Santiago y a Juan “aparte y a un monte alto” es un signo para que la comunidad acepte a Cristo nuevamente, como el Hijo de Dios, el don de la gracia de Dios.
“Mientras bajaban de la montaña les encargó que no le contarán lo que habían visto” El mandato de no contar a nadie, es parte del secreto mesiánico de Jesús. Tiene una explicación, esperar la Resurrección para comprender su propuesta de reinado.
¿Por qué motivo se transfiguró Jesús?
Según Santo Tomás de Aquino, la Transfiguración ocurrió para que la gloria divina de Cristo se trasluciera por un momento a través de su cuerpo humano. Este evento permitió que los apóstoles experimentaran brevemente la contemplación del gozo eterno, preparándolos para las persecuciones y sufrimientos que enfrentarían. Este breve vislumbre de la gloria celestial fue un fortalecimiento para los discípulos en vista de los desafíos futuros.
¿Qué significa la palabra “transfiguración”?
La palabra “transfiguración” se refiere al cambio de apariencia de Jesús, pasando de su forma mortal y sufriente a una forma glorificada y resucitada. La raíz latina del término es “trans” (a través) y “figura” (forma). Por lo tanto, la Transfiguración denota el cambio en la apariencia externa que reflejaba la gloria divina interior de Jesús.
¿Cuándo sucedió la Transfiguración?
La Transfiguración ocurrió aproximadamente una semana antes de que los discípulos fueran a Cesarea de Filipo, donde Pedro declaró que Jesús era “el Cristo de Dios” (Lucas 9:20). En términos de la sucesión cronológica de los eventos en los Evangelios, el Catecismo de la Iglesia Católica aclara que “En el umbral de la vida pública se sitúa el Bautismo; en el de la Pascua, la Transfiguración” (CIC 556). Aunque no ocurrió inmediatamente antes de la Pasión, se considera que sucedió hacia el final del ministerio de Jesús.
¿Dónde ocurrió la Transfiguración?
Los Evangelios mencionan “un monte alto” como el lugar de la Transfiguración. Según la tradición, este monte es el Monte Tabor en Israel. Cerca de Nazaret, hay una iglesia franciscana que conmemora este evento, construida en un sitio donde anteriormente existieron otras iglesias desde el siglo IV y el siglo XII.
La Transfiguración es un momento significativo que subraya la divinidad de Jesús y ofrece un anticipo de su resurrección. Es un momento de revelación y esperanza para los discípulos, fortaleciendo su fe y preparándolos para los eventos venideros de la Pasión y Resurrección.