La Familia Religiosa de Santa Marta todos los años da gracias a Dios por la consagración a Dios en el carisma heredado por el Beato Tomás Reggio.
De manera especial, se celebra la vida religiosa de las hermanas que cumplen 25 y 50 años de consagración a Dios en la Congregación.
“El amor de Dios pide nuestra respuesta libre en fidelidad, porque Fiel es Dios que nos ha llamado a la comunión de su Hijo Jesús. Por esto nos da la luz del Espíritu que progresivamente nos indica el camino a recorrer. Él, que comenzó esta obra en nosotros, la llevará a cumplimiento hasta su día”. Señala uno de los artículos de la regla de vida de las Religiosas.
Este extracto anima la vida vocacional dando un sentido amoroso a la consagración en el carisma de Santa Marta.
Durante el mes de febrero se realizó la Eucaristía de Acción de Gracias por hermanas que cumplen estos años de vida religiosa:
25 años de Consagración:
Sor Ana Celia dos Santos
Sor Mariela Osa Laumann
Sor Nirma Andrea Camilo Bueno
50 años de Consagración:
Sor Elena de Jesús Moya Navarro
Sor María Victoria Jacas Yáñez
Sor María Yolanda Cordero Martínez
Sor María Doralisa Ponce Ugás
La Familia Religiosa entera “Agradece a Dios la semilla del llamado Divino sembrada en sus corazones”.
Posterior al Evangelio, la Madre Delegada, Madre Nazarena Donoso, acompañó a las hermanas, de manera comunitaria, a renovar los votos de castidad, pobreza y obediencia en la Congregación de Santa Marta.
Al momento de ofertorio se colocó en el Altar del Señor algunos signos de este momento de gratitud por la vida religiosas de las hermanas.
Entre los signos estaban: Semilla de mostaza, que en la pequeñez Dios puede hacer grandes obras y el árbol de la vida que representó el anhelo de la vitalidad, la fuerza y la capacidad de superar los desafíos para seguir creciendo.
La Eucaristía fue presidida por el Padre Raúl Moris.