Como Familia Religiosa, la Delegación de las Religiosas de Santa Marta para América Latina, comunica el fallecimiento de Sor Laura Cornejo Vidal.
El pasado miércoles 15 de febrero, Sor Laura partió al encuentro con Dios. Y el jueves 16 de febrero a las 10:00 de la mañana fue la Eucaristía de Despedida en la casa de la Delegación en Las Violetas, Santiago de Chile.
Sor Laura nació el 28 de mayo de 1933, a los 23 años consagró su vida en la Familia Religiosa realizando su primera profesión religiosa en castidad, obediencia y pobreza. Y el 27 de febrero de 1964 respondió definitivamente con un sí lleno de amor con la profesión perpetua.
Sor Laura desde joven, y gracias a la formación de su familia, sirvió siendo catequista y colaboradora de la parroquia de Requínoa. Además, en su juventud se destacó como deportista seleccionada de basquetbol.
En su misión religiosa dedicada a la enseñanza y acompañar en la formación humana a tantas generaciones que se educaron junto a ella. Sor Laura, en su silencio y su delicadeza de trato, cautivaba tantos corazones para acercarlos a Jesús. Siempre trabajadora, dedicada con esmero, alegría y sacrificio en las actividades de catequesis donde con su ejemplo de vida evangelizó en la misión de La Laguna, Quinta de Tilcoco, Talca, La Unión y Coquimbo.
En Talca es recordada como una religiosa que dejó una estela en el barrio oriente, con la sola presencia llegaba a los corazones de tantas familias y especialmente de jóvenes de escasos recursos y de zonas rurales, preparándolas para que fueran mujeres cristianas capaces de enfrentar su vida laboral con responsabilidad y ética profesional.
En la Familia de Santa Marta será recordada por su trato amable, cariñoso y respetuoso que brindó a quienes la rodeaban. Así también por los talleres tejidos, donde expresaba el espíritu de superación y perseverancia a sus estudiantes.
La Congregación da gracias a Dios por el paso de ella en la Familia Religiosa, siempre será recordada como una hermana piadosa, reservada, generosa, artista y atenta a las necesidades de sus hermanas en pequeños servicios de la vida cotidiana en la comunidad.
“Fue un ejemplo de religiosa, porque hacia vida las enseñanzas del Evangelio, del Padre Fundador y de las directrices de la Congregación. Gracias a este estilo de vida acompañó a tantas jóvenes en el discernimiento vocacional y que, algunas de ellas hoy son religiosas de Santa Marta”
“Gracias Sor Laura por su testimonio de vida, por su entrega y misión en nuestra Familia Religiosa, por acercarnos a Dios y dejarnos un ejemplo de fidelidad. Y pedimos que interceda, ante el Señor, por cada una de nosotras y por vocaciones para nuestra Congregación”. Señalaba el texto de despedida de Sor Laura en la Eucaristía de su Pascua.