Congregación de las Religiosas de Santa Marta, después de 61 años de misión educativa, se retiran del Colegio Santa Marta de La Unión

Religiosas de Santa Marta se reunieron con diversos miembros de la comunidad educativa del Colegio Santa Marta de la Unión. Este encuentro se realizó el martes 4 de octubre y fue guiado por la Madre Delegada para Latinoamérica, Madre Nazarena Donoso y religiosas integrantes del Consejo de la Delegación.

Las religiosas se reunieron durante el día con profesores y asistentes de la educación y los padres y apoderados del Colegio.

En este encuentro se les manifestó a los integrantes de la Comunidad Educativa que las Religiosas de Santa Marta dejan la misión educativa del Colegio para el 2023, siendo el Obispado de Valdivia quien se haga cargo de la administración del Colegio Santa Marta de La Unión.

Lo anterior, es una decisión orada y reflexionada por la falta de religiosas para sostener y animar la misión educativa.

Después de 61 años de trabajo evangelizador y educativo de las Religiosas en la comuna de La Unión se deja la misión educativa en el Colegio. “Sólo queda dar gracias a Dios por el trabajo educativo que, junto a docentes y padres de familia, hemos realizado en bien de la formación integral de tantas generaciones, en la querida ciudad de La Unión” señalaba la carta leída por Madre Nazarena.

El Colegio Santa Marta de La Unión seguirá funcionando íntegramente bajo la administración del Obispado de Valdivia. Así lo aseguraba Madre Nazarena a los integrantes de la comunidad educativa “Mediante este mensaje queremos asegurarles la continuidad del Colegio y comprometerles nuestras oraciones para que el Señor ilumine y guíe la labor de la nueva administración y la de cada una de sus familias, para que sus vidas no sean alteradas en lo más mínimo. Sabemos que quedan en muy buenas manos, dada la experiencia del Obispado de Valdivia en la administración de colegios y el compromiso permanente por construir ambientes sanos, libres de violencia y discriminación, donde la inclusión y la búsqueda de excelencia académica constituyen pilares intransables, con un profundo sello evangelizador, de servicio a la comunidad.”

Madre Nazarena concluía su carta así: “Les aseguramos que hemos buscado responsablemente la voluntad de Dios, que sentimos mucho dolor al tener que retirarnos, y por este dolor que experimentamos nos sentimos unidas al Sacrificio de Cristo, con la esperanza de que se transforme en fecundo apostolado para docentes, asistentes de la educación, hijos e hijas y todas las familias”.

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