En la casa de retiro de La Candelaria (Copiapó), el pasado martes 15 de marzo, se vivió una nueva jornada pastoral ampliada, donde se reunieron consagrados y consagradas, diáconos y agentes pastorales que animan la vida pastoral de la diócesis atacameña.
El encuentro, convocado por el obispo, Monseñor Ricardo Morales, busca fortalecer el proceso sinodal en la diócesis.
En este encuentro participaron dos religiosas de la comunidad Santa Marta de Vallenar, que dan vida, junto a los laicos del Liceo Santa Marta, a la fe, la acogida y el servicio en el desierto de Atacama. Ellas fueron, la superiora de la Comunidad, Sor Mariela Osa y la directora del Liceo Santa Marta, Sor Cecilia Ledesma.
Sobre el momento vivido, Sor Cecilia profundiza la relevancia del sentido de pertenencia eclesial: “Al participar de este encuentro nos empapamos de la Iglesia en Atacama, y así fortalecer el mensaje en la Comunidad Educativa; y así poder escuchar y cuidar al pueblo de Dios”.
Además, sobre el proceso que vive la Iglesia a nivel mundial, como lo es el Sínodo, comentó Sor Cecilia, sobre la vivencia en el Liceo “Se puede aplicar mucho el proceso sinodal en nuestra comunidad educativa. La misión, la evangelización y el sentido de pertenencia en la Iglesia nos permite descubrir en el caminar lo que Dios nos va pidiendo”.
El día comenzó con la Eucaristía, para luego compartir un desayuno fraterno. Después de la oración inicial, dedicada a orar por la paz en todo el mundo, se produjo un diálogo centrado en la forma en que la virgen María puede iluminar y acompañar el proceso sinodal. El momento siguiente fue una reflexión personal sobre cómo los asistentes han vivido, o no, este proceso a nivel personal.
Posterior a eso, se realizó un trabajo grupal que respondió tres preguntas: ¿Qué hay que podar? ¿Qué hay que cuidar? y ¿Qué hay que sembrar en la Iglesia en Atacama?.Después del plenario, hubo lugar para conocer las Acentuaciones Pastorales 2022, que son: 1. Las familias más vulnerables, principalmente migrantes, en tomas; 2. El camino sinodal, en comunión, participación y misión; y 3. Crear ambientes sanos y seguros en los espacios eclesiales.
La jornada terminó con una procesión hasta el interior del Santuario de La Candelaria, donde se hizo un hermoso signo de siembra de semillas de trigo, la oración y bendición final, a los pies de la imagen de la Virgen.